Se utilizó un total de 48 lechones machos destetados a los 21 días de vida y con un peso vivo medio de 6 kg. Se utilizaron animales jóvenes ya que su intestino delgado es más sensible a los factores antinutritivos estimulantes de la producción de mucus. Los lechones fueron canulados mediante cirugía implantando una cánula T a nivel de ileon terminal. Los animales fueron alojados individualmente en jaulas metabólicas y distribuidos aleatoriamente entre los diferentes tratamientos experimentales: una dieta control con caseína, almidón de maíz y azúcar y 6 dietas test que incluían: 100 g/kg de harina de colza, 100 g/kg de salvado de trigo, 150 g/kg de cebada, 22,5 g/kg de lignina, 15g/kg de judías y 15 g/kg de taninos. Las dietas experimentales fueron administradas durante 7 días a partir de los cuales se inició la recogida de heces, orina y contenidos ileales para la determinación del contenido en AA.
Los lechones alimentados con cebada presentaron una ganancia de peso (GMD) un 17% menor y un IC un 15% peor (P<0,05) comparado con la dieta control o la dieta que contenía harina de colza. Los lechones alimentados con dietas que contenían salvado de trigo y cebada presentaron menor retención de nitrógeno como porcentaje del nitrógeno absorbido comparado con los otros grupos (P<0,03). La digestibilidad ileal de la proteína bruta fue inferior para la cebada, el salvado de trigo y las judías y los taninos respecto al resto de dietas estudiadas (P<0,05). La digestibilidad ileal estandardizada para la mayoría de aminoácidos fue inferior en el salvado de trigo y la cebada.
Se puede concluir que la hemicelulosa procedente de la fracción fibrosa de los cereales, en los niveles comúnmente utilizados en condiciones comerciales en las dietas para porcino, reduce la digestibilidad ileal aparente de los aminoácidos e incrementa las pérdidas endógenas.
SB Myrie, RF Bertolo, WC Sauer and RO Ball (2008), Journal of Animal Science, 86: 609-619.